La Redacción Jurídica.
Es uno de los propósitos
fundamentales de la facultad en la información de los profesionales del Derecho
ya que ello llevará a los abogados en formación que el conocimiento jurídico es
dinámico, evoluciona a la par con el desarrollo de la sociedad y de las
Instituciones sociales y requiere que se le de forma y comunique a través de la
lengua, por ello se contempla dentro de los
planes de estudio la investigación y redacción jurídica.
La redacción profesional del abogado
es una actividad compleja, que se puede descomponer y estudiar en varios pasos:
1. Cómo planificar el escrito, cómo preparar
el esquema, cómo razonar y organizar las ideas.
Esta tarea incluye cómo comprender el problema, cómo encontrar el
derecho aplicable. Cómo diseñar la
respuesta y las recomendaciones
prácticas.
2. Cómo
redactar párrafos. El párrafo es la unidad de expresión de un
razonamiento en un escrito expositivo y argumentativo.
3. Cómo redactar oraciones. La oración es la
unidad de expresión de un pensamiento o un juicio. Redactar oraciones incluye
la comprensión de los tipos de oraciones y su utilidad.
4. Qué palabras escoger. La palabra es la
unidad de expresión de una idea. Precisión, Concisión, y sencillez.
5. Cómo asegurar claridad en las expresiones.
6. Cómo lograr poder persuasivo. Recursos
específicos para convencer.
7. Un toque artístico.
La Importancia de la Redacción Jurídica en el Campo Jurídico.
Claramente distinguimos en los
diferentes escritos, no solamente la manera de cómo está redactado el
documento, sino también a quién va dirigido. En el caso de los documentos
jurídicos, el profesional del derecho debe tener cuidado de no hacer gala de
una riqueza verbal, que quizá durante su carrera le proporcionó la literatura.
Si desea que su redacción sea clara y precisa, debe abstenerse de emplear una
imperiosa y elegante gama de metáforas. Lo que se plasme y exprese en el
escrito, deben ser enunciados de fácil comprensión para quien los lee. La gran
mayoría de abogados no le prestan la debida atención e importancia a los
aspectos formales de un documento, pero si no se presenta bien redactado,
fácilmente perderá sentido o no se podrán comprender, ni entender las
cuestiones de
fondo.
Lo importante de toda buena
redacción es tomar consciencia que la escritura debe ser el reflejo de un
correcto pensamiento. Plasmar la terminología correcta, no siempre resulta sencillo,
para ello hay que leer, estudiar y sobre todo practicar. Si cerramos nuestra
mente ante la realidad que existe en las palabras, no nos ayudará a mejorar ni
como profesionales, ni como buenos redactores, puesto que nuestro cerebro no se
ejercita. La redacción para el profesional del derecho, no debe ser visto como
algún elemento opcional, sino obligatorio. La fluidez en el léxico – como en la escritura – solo se logra con la
praxis. Queda por demás recordar que los escritos y documentos jurídicos de
mejor trayectoria y reconocimiento, fueron redactados por profesionales del
derecho que constantemente llegaron a explorar las cavilaciones más profundas
de lo que concierne al estudio de la sintaxis y la gramática, logrando
desarrollar una correcta función. Empero, esta función para el profesional del
derecho, no es nada fácil, sobre todo porque el abogado debe comenzar a
interesarse en el lenguaje y poder enriquecerse de todo lo que le ofrece, no en
vano Nietzsche decía “el que encuentra el lenguaje interesante, por sí mismo se
distingue de quien no lo admite más que como medio de pensamientos interesantes.”Pero ¿cómo es el lenguaje jurídico?
El derecho debe y tiene que expresarse a través del uso del lenguaje común,
reconociendo sus reglas y captando sus pautas. No se trata aquí, que el abogado
requiera de “otra lengua” para poder expresarse, pero si requiere de un amplio
vocabulario común y jurídico. El derecho como una ciencia social,
necesariamente ha de expresarse en el lenguaje que la sociedad emplea. Gran
parte de la importancia de la redacción jurídica, no recae en investigar sobre
la función expresiva del lenguaje, dado que lo trascendente y primordial aquí,
es investigarlos aportes del lenguaje jurídico y la comunicación que este logra
transmitirnos. En la obra de Hernández Gil, podemos reconocer cómo opera la
función comunicativa del lenguaje jurídico, lo cual es muy diferente a la del
lenguaje común, este autor afirma que: “El lenguaje y el derecho son productos
culturales muy próximos entre sí. La similitud radica en que el derecho está
enunciado en el lenguaje; la ciencia jurídica tiene un objeto formulado
lingüísticamente antes que aquello que lo describa. Pero la mayor sinonimia no consiste
en esa reproducción verbal o estricta, sino en que el derecho, como el
lenguaje, desempeña una función comunicativa en la convivencia social, por lo
que es otro lenguaje.
Aspectos a tener en cuenta el Abogado.
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El lenguaje jurídico empleado por los abogados
en sus escritos debe ser claro, conciso y estar conforme a ley, sobre la
pretensión que se persigue.
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La importancia de la redacción jurídica es
fundamental en todo documento jurídico, ya que si los profesionales del derecho
no se expresan con la terminología adecuada, la redacción de su escrito puede
llegar a perder su objetividad.
- ·
La redacción jurídica debe resultar eficaz,
sobre todo, si a través del escrito, se logra el propósito de lo que se
solicita. Además todo documento debe informar, persuadir, estimular y
esclarecer los hechos narrados para conseguir resultados óptimos de lo que se
está solicitando.
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La palabra escrita es el principal elemento del
lenguaje jurídico, por este motivo, es de suma importancia para redactar los
documentos con una coherencia pertinente.
- ·
La redacción jurídica debe poseer dos
instrumentos: las reglas de la gramática y el estilo. Es lógico que para poder
redactar correctamente, hay que conocer las reglas de la lengua y así poder
construir proposiciones coherentes.
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Una buena redacción jurídica debe constar de
oraciones cortas y claras, un correcto uso de la terminología jurídica en su
sentido propio, y no contener palabras ambiguas u oscuras que dificulten su
comprensión e interpretación.
- ·
Si un profesional del derecho se refiere a
hechos concretos, aplicando de manera correcta el uso de un lenguaje apropiado
y mantiene el estilo, orden y la claridad en sus escritos, su éxito está más
que garantizado.
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El Derecho ha de ser siempre un idioma bien
hecho. El arte del jurista es decir claramente el derecho.