sábado, 11 de febrero de 2017

El Lenguaje Jurídico

El Lenguaje Jurídico. 

El llamado lenguaje Jurídico es la lengua empleada por los órganos de la Administración Pública y los jurista, en sus relaciones tanto internas como con los ciudadanos.

El lenguaje jurídico es aquel que utilizan abogados, jueces, magistrados, procuradores… todos aquellos profesionales relacionados con el mundo de las leyes. Y es el lenguaje que se utiliza en los textos que estos profesionales manejan durante el ejercicio de su labor. El lenguaje jurídico está repleto de vocablos propios (por ser exclusivos de este lenguaje o porque en el contexto jurídico adquieren significados particulares), muchos de los cuales provienen del latín. El lenguaje jurídico es arcaico y conservador. La mayoría de los escritos se redactan en tercera persona.

Estos son algunos ejemplos del llamado Lenguaje Jurídico.


  • Alevosía, estupro, pena, apelar, eximente, penal, código, fallo, procesal, cómplice, hurto, reclusión, confinar, infracción, reglamento, considerandos, injuria, resultandos, decreto, jurisconsulto, sanción, delincuente, jurisdicción, sancionar, delito, jurisprudencia, secuestro, desacato, jurista, sentencia, difamación ...
  • Habeas corpus, in dubtio pro reo, a fortiori, a minima, actio in personam, ad hominem, ad personam, ad iuditium, bona fide…
  • Escrito de apelación, las partes, se señaló la vista, nulidad de las actuaciones, resoluciones judiciales, motivo de indefensión, sentencia firme, imposición de costas, ejecución acordada, pronunciamos, mandamos y firmamos…

 Entre los documentos Jurídicos más usados por los ciudadanos se encuentran la instancia y el contrato, pero también podemos encontrar otros escritos administrativos como las disposiciones, normativas, órdenes y resoluciones, que nos sitúan en el lenguaje jurídico: la lengua empleada por los órganos de la Administración de Justicia en sus relaciones con la colectividad o con las personas físicas y jurídicas.



viernes, 10 de febrero de 2017

La Redacción Jurídica

La Redacción Jurídica.


Es uno de los propósitos fundamentales de la facultad en la información de los profesionales del Derecho ya que ello llevará a los abogados en formación que el conocimiento jurídico es dinámico, evoluciona a la par con el desarrollo de la sociedad y de las Instituciones sociales y requiere que se le de forma y comunique a través de la lengua, por ello se contempla dentro de los  planes de estudio la investigación y redacción  jurídica.

La redacción profesional del abogado es una actividad compleja, que se puede descomponer y estudiar en  varios pasos:
1.     Cómo planificar el escrito, cómo preparar el esquema, cómo razonar y organizar las ideas.  Esta tarea incluye cómo comprender el problema, cómo encontrar el derecho aplicable. Cómo diseñar  la respuesta y  las recomendaciones prácticas.
2.     Cómo  redactar párrafos. El párrafo es la unidad de expresión de un razonamiento en un escrito expositivo y argumentativo.
3.     Cómo redactar oraciones. La oración es la unidad de expresión de un pensamiento o un juicio. Redactar oraciones incluye la comprensión de los tipos de oraciones y su utilidad.
4.     Qué palabras escoger. La palabra es la unidad de expresión de una idea. Precisión, Concisión, y sencillez.
5.     Cómo asegurar claridad en las expresiones.
6.     Cómo lograr poder persuasivo. Recursos específicos para convencer.
7.     Un toque artístico.



La Importancia de la Redacción Jurídica en el Campo Jurídico.


Claramente distinguimos en los diferentes escritos, no solamente la manera de cómo está redactado el documento, sino también a quién va dirigido. En el caso de los documentos jurídicos, el profesional del derecho debe tener cuidado de no hacer gala de una riqueza verbal, que quizá durante su carrera le proporcionó la literatura. Si desea que su redacción sea clara y precisa, debe abstenerse de emplear una imperiosa y elegante gama de metáforas. Lo que se plasme y exprese en el escrito, deben ser enunciados de fácil comprensión para quien los lee. La gran mayoría de abogados no le prestan la debida atención e importancia a los aspectos formales de un documento, pero si no se presenta bien redactado, fácilmente perderá sentido o no se podrán comprender, ni entender las cuestiones de fondo.

Lo importante de toda buena redacción es tomar consciencia que la escritura debe ser el reflejo de un correcto pensamiento. Plasmar la terminología correcta, no siempre resulta sencillo, para ello hay que leer, estudiar y sobre todo practicar. Si cerramos nuestra mente ante la realidad que existe en las palabras, no nos ayudará a mejorar ni como profesionales, ni como buenos redactores, puesto que nuestro cerebro no se ejercita. La redacción para el profesional del derecho, no debe ser visto como algún elemento opcional, sino obligatorio. La fluidez en el léxico  – como en la escritura – solo se logra con la praxis. Queda por demás recordar que los escritos y documentos jurídicos de mejor trayectoria y reconocimiento, fueron redactados por profesionales del derecho que constantemente llegaron a explorar las cavilaciones más profundas de lo que concierne al estudio de la sintaxis y la gramática, logrando desarrollar una correcta función. Empero, esta función para el profesional del derecho, no es nada fácil, sobre todo porque el abogado debe comenzar a interesarse en el lenguaje y poder enriquecerse de todo lo que le ofrece, no en vano Nietzsche decía “el que encuentra el lenguaje interesante, por sí mismo se distingue de quien no lo admite más que como medio de pensamientos interesantes.”Pero ¿cómo es el lenguaje jurídico? El derecho debe y tiene que expresarse a través del uso del lenguaje común, reconociendo sus reglas y captando sus pautas. No se trata aquí, que el abogado requiera de “otra lengua” para poder expresarse, pero si requiere de un amplio vocabulario común y jurídico. El derecho como una ciencia social, necesariamente ha de expresarse en el lenguaje que la sociedad emplea. Gran parte de la importancia de la redacción jurídica, no recae en investigar sobre la función expresiva del lenguaje, dado que lo trascendente y primordial aquí, es investigarlos aportes del lenguaje jurídico y la comunicación que este logra transmitirnos. En la obra de Hernández Gil, podemos reconocer cómo opera la función comunicativa del lenguaje jurídico, lo cual es muy diferente a la del lenguaje común, este autor afirma que: “El lenguaje y el derecho son productos culturales muy próximos entre sí. La similitud radica en que el derecho está enunciado en el lenguaje; la ciencia jurídica tiene un objeto formulado lingüísticamente antes que aquello que lo describa. Pero la mayor sinonimia no consiste en esa reproducción verbal o estricta, sino en que el derecho, como el lenguaje, desempeña una función comunicativa en la convivencia social, por lo que es otro lenguaje.

Aspectos a tener en cuenta el Abogado.

  • ·         El lenguaje jurídico empleado por los abogados en sus escritos debe ser claro, conciso y estar conforme a ley, sobre la pretensión que se persigue.
  • ·         La importancia de la redacción jurídica es fundamental en todo documento jurídico, ya que si los profesionales del derecho no se expresan con la terminología adecuada, la redacción de su escrito puede llegar a perder su objetividad.
  • ·         La redacción jurídica debe resultar eficaz, sobre todo, si a través del escrito, se logra el propósito de lo que se solicita. Además todo documento debe informar, persuadir, estimular y esclarecer los hechos narrados para conseguir resultados óptimos de lo que se está solicitando.
  • ·         La palabra escrita es el principal elemento del lenguaje jurídico, por este motivo, es de suma importancia para redactar los documentos con una coherencia pertinente.
  • ·         La redacción jurídica debe poseer dos instrumentos: las reglas de la gramática y el estilo. Es lógico que para poder redactar correctamente, hay que conocer las reglas de la lengua y así poder construir proposiciones coherentes.
  • ·         Una buena redacción jurídica debe constar de oraciones cortas y claras, un correcto uso de la terminología jurídica en su sentido propio, y no contener palabras ambiguas u oscuras que dificulten su comprensión e interpretación.
  • ·         Si un profesional del derecho se refiere a hechos concretos, aplicando de manera correcta el uso de un lenguaje apropiado y mantiene el estilo, orden y la claridad en sus escritos, su éxito está más que garantizado.
  • ·         El Derecho ha de ser siempre un idioma bien hecho. El arte del jurista es decir claramente el derecho.